Para mi las actualizaciones entre versiones de Ubuntu son siempre engorrosas debido a lo mucho que tardan en descargar e instalar, Ubuntu no queda igual de fluido como si fuese una instalación nueva (seguramente por ficheros de configuración obsoletos de las aplicaciones), debes instalar entre versión y versión no pudiendo saltar por ejemplo de la 10.10 a la 11.10…
Mi pequeño truco para actualizar Ubuntu en 10’ y disponer una instalación limpia sin perder mis documentos es el siguiente:
- Arrancar con el LiveCD/USB y escoger probar Ubuntu.
- Abrir Nautilus y montar la partición a actualizar. Cerrar Nautilus.
- Abrir la Terminal y ejecutar el comando: sudo nautilus
- Con Nautilus en modo superusuario, ir al raíz de la partición y borrar todo menos la carpeta home, y esta carpeta home renombrarla como home_old o como se quiera.
- Cerrar Nautilus y la Terminal.
- Volver a abrir Nautilus en modo normal y desmontar la partición.
- Ejecutar el instalador como siempre, pero tener mucho cuidado en seleccionar no formatear la partición ni cambiar el sistema de ficheros de esa partición.
- Tras arrancar, abrir Nautilus y mover los ficheros que están en /home_old a tu nuevo home :) Yo no muevo los ficheros de configuración de las aplicaciones que están ocultos en el home porque las aplicaciones suelen ser nuevas versiones que pueden usar ficheros de configuración distintos.
Resumen: Es borrar todo el sistema de Ubuntu menos el directorio home (que contiene los ficheros de usuario), renombrarlo para que no lo sobrescriba la nueva instalación, instalar la nueva versión de Ubuntu sin formatear la partición (en caso de formatear perderíamos nuestros ficheros) y tras instalarla mover los ficheros del home anterior al nuevo.