Destino Ubuconla 2014 - #1 Cartagena de Indias

Al salir del avión nos azotó una ola de bochorno… Claro :) ¡Estamos en el corazón del Caribe!

En la salida del aeropuerto nos esperaba José Luís Ahumada (a partir de ahora Bart, como él quiere que le llamemos), muy voluntarioso y buen anfitrión.

Tras dejar los bártulos en el hostal nos acercamos a su ‘oficina’: Vivelab, un semillero que facilita instalaciones tecnológicas a emprendedores, donde estaba trabajando Sergio Meneses, a quien por fin conozco en persona tras tantos años colaborando en Ubuntu ;)

Respirando la iniciativa tecnológica en el Vivelab

Saliendo de Vivelab coincidimos por casualidad con Rodny, un compañero superentusiasta que trabajará en conseguir la mejor Ubuconla posible.

Nos acercamos al centro y tengo que decir que Cartagena hay que vivirla; callejeando por sus recovecos, soñando los tiempos pasados de sus antiguos edificios de piedra coronados por espectaculares baldones de madera, viéndose inmerso en la algarabía de su día a día, con sus mercados, caótico tráfico, vendedores con las más ingeniosas tretas… como decía, ¡hay que vivir Cartagena! :D

Tras cambiar moneda fuimos a comer a un restaurante que me encantó, con un ‘pescaito’ a la plancha y unos zumos de guanaba y lulo riquísimos.

Sergio, Bart y Costales

En la sobremesa Sergio tuvo que irse a trabajar y Bart nos descubrió el extraordinario trabajo de CaribeMesh, una organización de Cartagena que está haciendo llegar Internet a los barrios más desfavorecidos, en donde económicamente ni llega, ni interesa que llegue la red de redes. ¡Chapó CaribeMesh! ;D

Tras la comida e interesante charla con Bart, fuimos a una agencia para contratar la noche siguiente en Las Islas del Rosario. Al igual que en nuestros viajes a Perú, aquí también se impone el regateo. Y ya con el día siguiente organizado, pedimos a Bart volver al hostal, porque el jetlag seguía haciendo mella en nosotros.

Tras la siesta y ya con las fuerzas recuperadas, pasaron sobre las 20:30 Sergio y Bart para ir a cenar.
Debido a la copiosa comida no teníamos mucho hambre y nos sació una sóla pizza en un centro comercial que ya estaba casi vacío. Y es que si en España acostumbramos comer sobre las 2 y cenar sobre las 9:30, aquí se suele comer sobre las 12 y cenar sobre las 7 :O

Ya de vuelta en el hostal estuve charlando casi 1 hora con Sergio en su propia habitación (se hospeda en la habitación contigua a la nuestra). Fue chocante contrastar opiniones de muchos temas, principalmente del LoCo Council que por email significaría cruzar decenas de correos para no llegar a ningún lado, y por contra, en persona, un cara a cara sigue siendo lo mejor :)