Engullimos como patos el extraordinario desayuno buffet. El motivo no es otro que teníamos el tiempo muy justo por salir temprano el avión.
Antes de despegar de Bogotá Avianca nos obligó a pagar el ESTA americano (14$), en caso contrario, la multaban.
Tras aterrizar en la ciudad de Dexter Morgan debemos entregar ‘voluntariamente’ pasaporte, datos personales, declaración de aduana, declaración ESTA, que nos tomen las huellas dactilares y foto… ¡Ni mi propio gobierno sabe ahora tanto de mi como USA! Y eso que sólo queríamos cambiar de avión.
También me sorprendieron las cámaras en el aeropuerto, una cada 20m.
En Bogotá nos habían dicho que el equipaje lo recogíamos en Lisboa, pero nos enteramos de casualidad de que había que cogerlo en la cinta de maletas de Miami para llevarlo a un mostrador a 50m ?:O No quedaron las maletas en Miami de milagro.
Y tras el vuelo de 7 horas y pico de avión desde Miami, llegamos a Lisboa.
La capital estaba amaneciendo y prestó pasear sus calles y plazas desiertas.
¿Dónde está la gente?
Eso sí, durante demasiadas horas nuestro radio de acción consistió en 250m desde el punto de información turística (la razón no es otra que nuestra diarrea seguía a su ritmo y ahí había un baño público de pago).
(: [TSA|TP] + NE
Descansamos en el hotel toda la tarde, posiblemente debido al jetlag. Y a la hora de cenar disfrutamos de sardinas y bonito, acompañados de un excelente vino verde.
Intentando olvidar el jetlag
Al día siguiente tocó volver p'Asturies, tras un viaje exprimido hasta en su último minuto, pero ese resumen pertenece al post final :)
Ñam, ñam…
Al otru lláu de la mar… Colombia :)
Y nos encontramos con el día más caluroso del año