Volvemos a Cartagena la tarde previa al comienzo de la Ubuconla.
Bart estuvo superliado y no pudo recogernos en el muelle, pero no importó, porque estábamos muy cerca del centro y nos acercamos a cambiar moneda y pasear tranquilamente por el precioso centro de Cartagena.
Una lluvia tropical ayudó a calmar el calor, pero a costa de empaparnos… ¿Qué mejor momento para disfrutar bajo techo de un delicioso jugo de mango? :P
Y tras un corto paseo, otra demostración de lo pequeño que puede llegar a ser el mundo, ¡Nos encontramos con Fernando y Marta por la calle!
Juntos disfrutamos de unas cervezas bien frías y bailamos un poco de rumba (siendo sincero, yo más bien intenté bailar) en un bar de la Plaza de los Coches, haciendo tiempo porque habíamos quedado a las 7 con Bart.
Disfrutando del ambiente de Cartagena
Esperando en la plaza a la hora indicada Bart no llegaba y nos fuimos al hotel de Fernando que está a 5’ andando, para contactar con él. Bart estaba a tope, liado recogiendo a más conferenciantes y no pudo acercarse a cenar. También escribimos a Sergio para ver qué hacíamos con el hotel y nos comentó que el hostal sólo tenía una plaza y que teníamos que ir muy rápido para hacer el checkin a nuestra persona.
Nos dio pereza ir tan tarde y lejos, así que buscamos un hotel cercano al de Fernando y nos deleitamos en un restaurante cercano con unos pescaitos y jugos, todo ello acompañado por música en directo :))
Tras la cena, paseamos un rato en espera ya del primer gran día de la Ubuconla…