Mark Shuttleworth publicaba la noticia del año:
"… we will end our investment in Unity8, the phone and convergence shell. We will shift our default Ubuntu desktop back to GNOME for Ubuntu 18.04 LTS”.
WOW. Defenestrar a Unity no es tarea fácil. Es la piedra angular que gobierna el escritorio, móvil y tablet, su estandarte, su diferenciación y la meta de titánicos esfuerzos de desarrollo durante 7 años… Ahí queda eso.
El breve post de Mark es difícil de digerir y deja en el aire temas importantes que Canonical deberá aclarar a corto plazo.
Aún así, veo la noticia como positiva… “¿positiva?". Sí, positiva… Digamos que me gusta ser optimista…
Primero porque a parte de Unity, en la noticia recalcan que Ubuntu ha encontrado dos nichos de mercado muy importantes: el IoT y la nube.
Si los consigue dominar le darán muchísima estabilidad y beneficios, lo cual le permitirá afrontar muchos retos a futuro. Sólo por esto, sin duda, es el camino a seguir y donde focalizar los esfuerzos.
Unity permitió a Ubuntu dos cosas muy importantes:
- Diferenciarse visualmente.
- Controlar el desarrollo de la interface.
Antes de aparecer Unity yo estaba sorprendido de por qué Ubuntu publicaba una versión 10.04 LTS cuyo botón de apagado en el panel de GNOME 2 desaparecía por arte de magia. ¿Cómo diantres podía yo recomendar Ubuntu a nadie si en cada sesión sólo se podía apagar el sistema entrando a la consola como root?
Unity proporcionó control total sobre el desarrollo de la interface permitiendo solventar este tipo de bugs. ¡Así que personalmente fue muy bienvenido!
Pero muchos usuarios abandonaron la distribución debido a su falta de personalización.
Unity apuntaba muy alto, mucho más alto de lo que creíamos en su primera release. Tal vez demasiado alto.
Se acopló como un guante a la interface táctil. Ha sido el único entorno de escritorio que fue homogéneo y coherente tanto en escritorio, móvil y tablet.
Con su abandono, Ubuntu pierde la diferenciación y control, pero ‘gana’ varias cosas:
- El móvil estaba herido de muerte. El mercado dictaminó que prefiere el monopolio de Android y no está preparado para permitir madurar otras opciones. Y malgastar recursos en algo decadente no es lógico.
- Unity 8 no acaba de estabilizar en escritorio. Excesivamente dependiente de drivers y hacer casar mir con demasiadas cosas.
- Ubuntu seguirá focalizado y con energía en el escritorio.
- Se reinvertirán esfuerzos en GNOME.
A nivel personal, en estos 2 últimos años jamás he visto en el software libre una comunidad más comprometida y vibrante que la de Ubuntu Phone. He invertido muchísimas horas en aplicaciones como uWriter y uNav, pero no me arrepiento en lo más mínimo, pues me permitieron conocer y compartir momentos inolvidables con muchísima gente que de otra manera no hubiera sido posible.
uNav canibalizó horas de otros proyectos, pero es porque tuvo un hype incomparable y ha sido fruto de muchísimas alegrías, como estar preinstalado por defecto :))
El sabor general es agridulce y en especial por la incertidumbre de qué pasará a corto plazo.