En esta ocasión entrevisto a Mario de la Fuente por su excelente trabajo migrando los ordenadores de Windows XP a Linux Mint en la Fundación Sierra-Pambley.
Mario de la Fuente con los ordenadores migrados
Costales: Hola Mario, ¿qué tal? ¿Cómo comenzaste en la informática y en el software libre?
Mario: Yo me dedico a la Filología Hispánica y la enseñanza de español pero siempre había sentido curiosidad por la informática y por saber cómo funcionan por dentro los ordenadores, en el 2006 descubrí OpenOffice. Me sorprendió lo bien que funcionaba y que podías hacer lo mismo que con otros programas privativos. Pero lo que más me llamó la atención fue que se publicara bajo una licencia abierta. En aquel momento yo no tenía ni idea de qué era eso, así que me puse a indagar y, como todo aquel que se haya metido en esto del software libre sabe, emprendí un camino sin vuelta atrás. Primero, llené mi Windows de software libre: Firefox, Thunderbird, Gimp… Después, me decidí a probar con un sistema operativo e instalé Ubuntu. Su facilidad de uso me convenció totalmente, por eso, eliminé cualquier rastro de Microsoft de mis ordenadores. Todo lo que aprendí en ese proceso de cambio me llenó de curiosidad y me lancé a la aventura de probar otras distribuciones. La que más me llamaba la atención era Arch Linux. Recuerdo que pasé cuatro días tecleando comandos en una terminal hasta que logré ver ventanas en mi equipo pero la recompensa a ese esfuerzo fue enorme: un sistema rápido, estable y, lo mejor de todo, adaptado por completo a mis necesidades. Era como si alguien te diera los planos y las piezas para construir un coche y te dijera: ahí lo tienes, hazte tu propio automóvil. Y yo acababa de “hacerme” todo un deportivo. Desde entonces, siempre he usado Linux, tanto a nivel personal como laboral y ¡estoy encantado!
Costales: ¿Nos resumes cuál es el objetivo de la Fundación Sierra-Pambley donde trabajas? ¿Qué significa para Sierra-Pambley esta migración?
Mario: La Fundación Sierra Pambley es una entidad privada sin ánimo de lucro que se dedica desde 1887 a la educación y la cultura. Su principal objetivo siempre ha sido el de proporcionar educación de calidad a personas que no tienen los medios suficientes para ello. Todas las escuelas que ha creado esta fundación siempre se han preocupado por formar ciudadanos libres y conscientes de sus derechos. En sus orígenes, Sierra Pambley impartía educación relacionada con lo que hoy llamaríamos formación profesional (forja, carpintería…) y en la actualidad una de sus principales actividades es la enseñanza de español a inmigrantes. Creo firmemente que para formar adecuadamente a estas personas que vienen a nuestro país en busca de un futuro digno no deberíamos solamente “darles el pescado” sino, sobre todo, enseñarles a pescar. Por eso, hace unos años decidimos ampliar nuestra oferta formativa y comenzamos a impartir cursos de nuevas tecnologías para inmigrantes, como un complemento a las clases de español. Y en estos cursos comenzamos a usar Linux. Gracias a esta migración hemos conseguido “resucitar” unos equipos que en muchos otros sitios habrían sido desechados y mostrar a nuestros alumnos que las nuevas tecnologías son algo accesible a todo el mundo, que no son difíciles y que su dominio puede representar importantes oportunidades laborales para ellos.
Costales: Ordenadores para uso público, exposiciones, presentaciones, museo, biblioteca, archivo, secretaría, cursos… Afrontar una migración a Linux en tantas áreas no parece una tarea sencilla…
Mario: Bueno, aunque a primera vista puede asustar, la verdad es que las necesidades de la gente que trabajamos en Sierra Pambley no son muy especiales: ofimática, correo electrónico, Internet y alguna cosa más. Nada excesivamente complicado. Algunas impresoras nos han dado ciertos problemillas pero nada tan grave que no se resuelva con una búsqueda en Internet.
Aunque parezca mentira, lo más complicado a veces es explicar a gente que no tiene ni idea de temas informáticos que existe vida más allá de Windows y que en esa vida no hay virus, puedes instalarte un programa sin tener que piratearlo y la gente comparte su trabajo de forma libre y gratuita. Lo más difícil en estos casos es el cambio de mentalidad que conlleva el software libre. Estamos muy acostumbrados, por desgracia, al individualismo salvaje y descubrir que hay gente que voluntariamente decide construir cosas y compartirlas con los demás no resulta fácil.
Parte de los ordenadores migrados
Costales: ¿Qué ordenadores váis a migrar y para qué se usan?
Mario: Hemos migrado ya 15 equipos que nos donó la Universidad de León hace ya más de diez años. Su funcionamiento era bastante deficiente, ya que tenían Windows XP. Cada vez que los arrancabas, tardabas una eternidad en poder hacer algo y la pantalla se te llenaba de mensajitos. Lógicamente, usar equipos así para introducir a nuestros alumnos en las nuevas tecnologías no nos parecía la mejor opción. Esos equipos tenían un hardware bastante limitado, 512 MB de RAM en muchos casos. Así que gracias a Linux pudimos hacerlos funcionar adecuadamente.
Los cursos que nosotros hacemos son de introducción a la informática: manejo de archivos, ofimática e Internet. Trabajamos con los alumnos cómo funciona un procesador de textos (para que puedan hacer un CV), una hoja de cálculo, les enseñamos a buscar información en la red y a usar el correo electrónico. Y, en este sentido, Linux cumple perfectamente con nuestras necesidades.
Costales: Siendo ordenadores antiguos, ¿os llegasteis a plantear la migración hacia Windows 8? Incluyendo la necesaria renovación de hardware ¿Cuánto hubiera costado esa migración?
Mario: En ningún momento. Entre las licencias de Windows, Office y los requisitos de hardware que exige estamos hablando de unos 600 o 700 euros por equipo, un gasto inasumible y, sobre todo, innecesario. Y es que esta es una de las grandes ventajas de Linux: permite alargar la vida de equipos que de otra forma dejarían de usarse. Muchas veces te preguntas cuántos ordenadores se dejarán de utilizar en administraciones públicas o entidades bancarias porque los requisitos de hardware de Windows los hacen obsoletos. Estoy seguro de que la mayoría de esos equipos podrían seguir usándose durante años si funcionaran con Linux. Siempre he pensado que una idea enormemente interesante sería la de establecer un mecanismo a través del cual las administraciones o las entidades bancarias donaran esos equipos que van a tirar a asociaciones u ONG y construir proyectos tecnológicos con esos ordenadores revitalizados con Linux. ¡Imagínate el mundo de posibilidades que se abriría para muchos colectivos!
Costales: ¿Una fundación tiene descuento para los productos y servicios de Microsoft?
Mario: Que yo sepa no, pero es algo que no te puedo confirmar.
Costales: ¿Usáis software que no tenga alternativa libre?
Mario: En general, no. Como ya te comenté, nuestras necesidades son relativamente sencillas y tienen que ver con la ofimática, principalmente. LibreOffice.org cumple a la perfección esta labor. En mi día a día recibo y mando muchos documentos, textos, hojas de cálculo, pdf, imágenes y jamás he tenido problemas.
Únicamente, usamos un software privativo para cuestiones de contabilidad y aquí sí hemos tenido problemas para encontrar una alternativa libre y con soporte para Linux. Seguimos buscando, seguro que al final encontramos una alternativa.
Costales: ¿Qué distro escogisteis y por qué motivo?
Mario: Elegimos Linux Mint por cuestiones de hardware. Probamos varias y esta fue la que reconoció todo a la primera y sin ningún problema. Como se suele decir, si algo funciona, no lo toques. Además, configuramos los paneles para que se parecieran lo máximo posible al paradigma de escritorio tradicional, con lo que la gente apenas nota la diferencia con otros entornos.
Aunque ahora con el fin de XP tenemos que afrontar la migración de más ordenadores y, como en la mayoría de los casos son equipos con 6 o 7 años, estamos probando con Xubuntu y hasta ahora todo ha ido fenomenal. La mejora en rendimiento es bestial y eso es lo que la gente que no sabe de estas cosas valora al final.
La distribución escogida es Linux Mint
Costales: ¿Cuánto tiempo llevó la migración?
Mario: En esos 15 equipos que migramos a Mint tardamos una semana entre 3 personas. No fue mucho.
Costales: Algunos opinan que “Linux es difícil”, “Linux es para programadores”… Vuestros ordenadores a disposición del público se usan a diario por personas de muy distinto nivel informático. ¿Hay personas que usen un ordenador por primera vez? ¿Les cuesta adaptarse? ¿Comentan algo sobre la usabilidad del Mint Menu?
Mario: Puede ser que hace 15 años Linux fuera difícil pero en la actualidad eso es totalmente falso. En Sierra Pambley, además del aula de formación para inmigrantes, tenemos ordenadores públicos en la Biblioteca Azcárate. Los usan personas de todos los perfiles, con conocimientos informáticos y sin ellos y no hemos tenido ninguna queja. La gente que usa estos equipos quiere conectarse a Internet y hacer, de vez en cuando, tareas ofimáticas. Hemos personalizado el entorno de escritorio para que se adapte a lo que pueden ver en otros sitios: una barra inferior con el Mint Menu y accesos directos al navegador (por defecto, usamos Firefox, aunque también disponen de Chrome y Midori). Al final, te das cuenta de que con un mínimo de adaptación la gente no nota el cambio en absoluto, porque pueden hacer lo que necesitan y eso es lo que importa en este caso.
Costales: Habrá inmigrantes que sufrieron limitaciones de libertades más básicas que las del software. ¿Se sorprenden al descubrir que incluso en la informática se puede ser libre?
Mario: Pues lo cierto es que sí. Muchos de nuestros alumnos nunca habían usado un ordenador y se sorprenden cuando les comentas que la tecnología que están usando es libre y gratuita. Creo que el software libre podría ser una herramienta fundamental para acortar la brecha digital que existe entre el Norte y el Sur: si muchos de los equipos que se tiran a la basura en el Primer Mundo se reciclaran con Linux, se podrían construir proyectos tremendamente interesantes en muchos países de África, por ejemplo.
Costales: Usuario de Windows, Mint, Debian, Mac OS, Android… ¿Qué característica de cada uno de ellos incluirías en Ubuntu?
Mario: Es una pregunta complicada. Voy a decir algo polémico: me encanta Unity y el cambio de paradigma que supone. Creo que Ubuntu ha acertado totalmente con esta nueva dirección y quizá serían el resto de sistemas operativos los que tendrían que adoptar cosas de Ubuntu. Tal vez, adoptar una filosofía tipo rolling release como Arch Linux sería algo muy beneficioso para Ubuntu porque a veces es un poco tedioso tener que reinstalar todo el sistema operativo. Pero, al margen de esto, creo que Ubuntu ha conseguido crear un entorno de escritorio sencillo, bonito y muy fácil de usar.
Costales: Desde Windows Vista jamás ví tanto movimiento hacia Linux como con el fin de soporte del XP… Parece que solo consigamos hacer leña del árbol caído… ¿Qué crees que esté fallando en nuestra evangelización?
Mario: Lógicamente, no puedo darte una respuesta definitiva pero, desde mi punto de vista, lo que está fallando es la adaptación a las necesidades de la gente. Si queremos que la gente use Linux, tenemos que saber adaptar nuestro discurso a lo que la gente busca en un ordenador. Es cierto que la consola es una arma muy potente pero si le pides a alguien que empieza con la informática que se dedique a aprender comandos y comandos para instalar un programa, le vas a asustar y nunca verá Linux como lo que es, un sistema fácil, estable y seguro. Pero si insistes en que no hay virus, que puede hacer todo lo que necesita, que no tiene que buscar en páginas poco fiables números de serie para instalar una aplicación y que, además, no va a tener que comprarse un ordenador nuevo durante mucho tiempo, quizá esa persona sienta curiosidad por descubrir más sobre esa cosa llamada Linux y con el tiempo llegue a entender el famoso chiste sobre “sudo” :)))
make me a sandwich
Costales: Muchísimas gracias Mario por la entrevista y luchar por un mundo más libre.
Entrevista bajo licencia Creative Commons CC BY-SA.